lunes, 23 de febrero de 2009
Kairo (Pulse) (2001)
Si algún realizador se merece el calificativo de excéntrico hoy en día, ese es Kiyoshi Kurosawa. "Kairo", ciertamente, no es una película de "terror" convencional, ni tampoco otra producción que siga el esquema actual de la mayoría de films de terror orientales. Lo que se nos ofrece aquí es una densa dosis de escenas inusuales, de cierto surrealismo, originales, decadentes, sombrías, que progresivamente van acrecentando la contingencia, o despilfarro, del argumento. Una historia que parte de lo concreto hacia lo abierto, lo absoluto, lo ilimitado... Sin embargo, se aleja relativamente del estilo surrealista y a menudo racionalmente inconexo de las obras de Lynch, aunque cuanto más se intente encontrar una coherencia lógica al desarrollo de la historia, más compleja y confusa se nos hará. El ritmo de la narración es también extraño, debido a la mezcla de vacíos sin acción y ramalazos de suspense, ora previsibles, ora súbitos. Se puede considerar "Kairo", en definitiva, como un ejercicio, aunque espeso, curioso, originalmente llamativo (¿pretencioso? no lo sé, no me importa) y dignamente recomendable. Por supuesto, no es una película para evadirse o relajarse tras un duro día de trabajo, ni tampoco posee una historia que entusiasme, pero su visionado, personalmente, me ha fascinado, sensación que se me ha consolidado sobre todo un tiempo después de haberla visto y haber dejado de preguntarme "¿Qué es esto?".
4 estrellas
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario