lunes, 23 de febrero de 2009

Eraser Head (cabeza de borrador) (1977)



Como película, Eraserhead tiene todas las virtudes y defectos que serán evidentes en el resto de la obra de Lynch. Comienzo digerible, final críptico. Momentos de superposición de ideas que pasan a 2.000 km sobre la cabeza del espectador. Escenas de indudable magnetismo, con atmósferas brillantemente concebidas. Imaginería sexual concebida del modo más bizarro posible. Clima surrealista in crescendo hasta el límite de lo comprensible. Individuos con actitudes bizarras en atmósferas alienadas. Hay muchos elementos que uno puede distinguir como antecesores de otras obras del director. Todo el hall del edificio donde vive Henry parece el decorado del final de Twin Peaks; Henry flotando en el espacio y vomitando un espermatozoide recuerda a la imaginería del viaje (por doblamiento del espacio) de Duna. Las actitudes imprevistas y bizarras de los caracteres son una marca de fábrica de su estilo.

4 estrellas

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