sábado, 28 de febrero de 2009

Fresa y Cholate (1993)



Película codirigida por dos profesionales de gran nivel. Se basa en un relato corto de Senel Paz, que escribe el guión. Fue nominada al Oscar a la mejor película en lengua extranjera. Ganó el Goya a la mejor película extranjera de habla hispana. Obtuvo el Premio especial del Jurado del Festival de Sundance y del Festival de Berlín.La acción tiene lugar en La Habana en 1970. Narra la historia de Diego (Jorge Perugorría), un intelectual de 40 años, homosexual, amante de los helados de fresa, que por una apuesta intenta, sin éxito, seducir a David (Vladimir Cruz), un joven militante comunista, heterosexual, que estudia socialogía en la Universidad de La Habana, aficionado a los helados de chocolate. La relación entre ambos, tirante al principio, se ve espoleada por el dirigente político Miguel (Francisco Gattorno), deseoso de hallar pruebas contra Diego. Pese a los engaños iniciales mútuos, entre Diego y David se establece una sincera y profunda amistad. La película plantea el problema de la homofobia, denuncia los prejuicios en los que se apoya y defiende la realidad natural de la homosexualidad. Diego encarna la figura del homosexual consciente, lúcido y culto, que afronta con buen ánimo el ambiente opresivo que vive en su ciudad. En este punto se muestra el grado de marginación de los homosexuales (Diego pierde la licencia de trabajo en todo lo relacionado con la cultura) en el marco cubano y en el más general de sociedades avanzadas que no han superado del todo viejos prejuicios. El tema no es nuevo, pero la película contiene elementos particularmente sugerentes: explica sin tensiones, razona con fundamentos, habla con serenidad, rehuye la confrontación, asume la intolerancia con fortaleza y quiere contribuir a ampliar el espacio universal de la no discriminación.La música, dirigida por José M. Vitier en su primera experiencia cinematográfica, ofrece un fragmento de "Il Trovatore", de Verdi, interpretado por María Callas. Añade composiciones para piano de Ignacio Cervantes ("Adiós a Cuba", "Ilusiones perdidas") y de Ernesto Lecuona. Incluye una canción cubana interpretada por Beni Moré. La fotografía presenta juegos de luces anteriores, posteriores y laterales; azuladas, doradas y blancas. Prefiere los encuadres próximos. El guión, realizado por Senel Paz ("Malena es un nombre de tango", "Cosas que dejé en La Habana") se desarrolla con parsimonia y resalta la belleza de unos diálogos muy bien escritos. La interpretación de Jorge Perugorría es admirable y muy acertada la de Vladimir Cruz. La dirección crea el clima adecuado para que el relato llegue al espectador y le emocione.Película interesante, entretenida y brillante, realizada con escasos medios, bien interpretada y dirigida con maestría y pasión. Exalta la belleza de La Habana y contiene elementos documentales de gran interés.

5 estrellas

viernes, 27 de febrero de 2009

El topo (1970)



Había oído hablar del cine Jodorowsky (más para mal que para bien) y por la noticia de la boda de Marilyn Manson oficiada por el polifacético chileno caracterizado como el mago / dios de “La montaña sagrada”. Así que raudo y veloz he visto la filmografía de este ser “místico” adorador del tarot que afirma no sentirse ni hombre ni mujer. ¡Se siente ser! Después de tragarme la buñueliana “Fando y Lis”, ópera prima de este señor, y al parecer basada en una obra de teatro. Digo “parecer” porque si alguien me revelase que el engendro pasado por LSD de garrafa en cuestión estuviese basado en la lectura de los pliegues del ano me lo creería de la misma manera. Grotesca, surrealista y vampírica visión de “Alicia en el país de las maravillas” con una colección de metáforas abominables y una dirección sorprendente y cautivadora. “El topo”, por el contrario, me ha parecido una magnífica rareza que en mi opinión aguanta el paso del tiempo. Posiblemente se deba a su etiqueta de cult movie desde su estreno. En convertirse en todo un referente para hippies drogatas como para intelectuales y ser aborrecida por todos los clasicistas. En combinar acertadamente el gore de Herschell Gordon Lewis con el cine de Buñuel y Tod Browning bajo el manto de un western atípico con mucho LSD de fondo. La combinación de metáforas sobre religión entre la blasfemia y la violencia explícita conducen a “El topo” a un cine tan pedante como evocador. En un ejercicio de cine experimental pero muy accesible. En especial, me ha encantado su montaje en determinadas secuencias así como su inteligente final con referencias al budismo.Se lleva rumoreando durante mucho tiempo un futurible remake con Marilyn Manson que seguramente nunca se ruede. Parece que el amor entre Manson y Jodorowsky es mutuo por declaraciones del tipo: “La primera vez que vi a Manson pensé qué monstruo tan hermoso, esta es la clase de monstruos que me gusta usar en mis películas”. Creo que Manson se equivocó al elegir su pareja en el altar.

5 estrellas

28 días después (2002)



Unos activistas en contra de la vivi-sección y a favor de los derechos ani-males irrumpen de forma fortuita en un laboratorio científico con la inten-ción de liberar a unos monos que su-fren un peligroso experimento. Con ello y sin quererlo, liberan un virus de-vastador que se contagia a los huma-nos por la sangre. 28 días después un joven despierta del coma en un hospi-tal sin saber qué ha pasado. Gran Bretaña está desierta. Mientras cami-na por Piccadilly Circus y el puente de Westminster sin una vida humana visible, se da cuenta de que el Apocalipsis ha llegado a la isla. Así comienza "28 días después", uno de los títulos más inte-resantes de este verano, dirigido por el siempre polifacético Danny Boyle. Siguiendo los pasos de autores como George R. Stewart, J. G. Ballard, Brian W. Aldiss, John Wyndham, Roger Zelazny y so-bre todo acopiando la esencia del inevitable Richard Matheson y su obra maestra "Soy leyenda", el director de "Trainspotting" prolonga los propósitos artísticos y conceptuales de la germinal "La noche de los muertos vivientes" de George A. Romero dejándose llevar por una ineludible inquietud por la cinefilia y cinefagia al evocar en sus planos la materia prima del ‘Giallo’ italiano y su malsana mezcla de ‘fumetti nero’, un granulado espeso y un peculiar pictoricismo que envuelve la ennegrecida atmósfera de esta novísima película de cul-to.

Lo que en principio parece una revi-sitación por todos y cada uno de los tópicos del cine de ciencia ficción postapocalíptica, se transforma en manos de Danny Boyle y su guionista Alex Garland en una interesante pro-puesta a medio camino entre el thriller y el género de terror, pero también en una reflexión analítica sobre la natura-leza humana, sobre la soledad, sobre la situación política y militar, la popu-larización de un subgénero y una vo-luntad que se encauza hacia las he-rencias literarias de los vasos comunicantes entre la ficción ameri-cana y la anglosajona. En este círculo de referencias llenas de un alterado moralismo encubierto bajo el terror de la trama, lo más in-teresante de esta película (mal llamada) innovadora es la utilización de la cámara digital, sustraída directamente del movimiento ‘Dog-ma’ y utilizada en favor de un montaje diligente y con ritmo para ob-tener como resultado una sugestiva y astuta sensación de inmedia-tez, de carácter documental, donde las escenas de acción abarcan un tono ultrarrealista al más puro estilo ‘Nu-Metal’ cinemático. De cadencia frenética y atmósfera puramente expresionista, la textura densa e irrespirable ofrece una particular visión de la irrealidad en los movimientos de los infectados, de la rabiosa locura que se sus-trae en cada encuadre, determinado en un plano digitalizado en el que un campo representa una obra de Van Gogh. Como si Boyle reconociera una deuda artística con el pintor al presentar su histo-ria en una gama oscura y sombría, poniendo así en evidencia el in-tenso deseo de expresar la miseria y los sufrimientos de la humani-dad. Un signo de expresionismo con significado de adulterado esta-do de tormento que no duda en utilizar colores que se rompen, con convulsivas y perspectivas alucinatorias.

Con un argumento que rebasa los tópicos del género (como ejemplo el hecho de evitar que el contagio infec-cioso sea duradero, lo que elimina la posibilidad de sospecha en los prota-gonistas) y los personajes bien dibu-jados en una afrobritánica que escon-de bajo su fuerte personalidad las du-das sentimentales más existenciales del filme o el joven de buen corazón débil y asustadizo que se revela como un auténtico animal vengativo, junto al padre y la hija dispuestos a sobrevivir en un mundo incierto, el ci-neasta británico se atreve a explicar el comportamiento vampíri-co/infeccioso a través de disciplinas como la psicología, la fisiolo-gía y fundamentalmente, la atormentada vida en soledad de los pro-tagonistas que, alcanzando el objetivo de salvación en manos del ejército, descubren la verdadera bestia en el propio ser humano, en la demencia desarrollada en aquellos seres adiestrados para matar. "28 días después" es pues una película invulnerable, elegante en su factura, perspicaz, capaz de conducir sus personajes hacia si-tuaciones donde todo depende de su (nuestra) comprensión de la naturaleza humana.

Con esta obra centrada en el com-portamiento de personas cotidianas encuadradas en una situación límite e intimidados en todo momento por una violencia que les es ajena, Boyle ha querido distanciarse de la actitud en la que esa amenaza maléfica convier-te al rol en egoísta y violento, pero manteniendo en todo momento su ob-jetivo por demostrar que, en último término, tiene que llegar la total des-humanización, el lado más oscuro de la condición humana que acaba por evidenciar lo que para muchos sociólogos y filósofos eru-ditos es un hecho fehaciente: la sociedad descompuesta represen-ta al hombre actual. Una película que, como bien se puede com-probar echándole un vistazo a la cartelera, es una panacea contra el aburrimiento y la ratificación del talento de Danny Boyle en el alicaído panorama cinematográfico europeo.

4 estrellas

La virgen de los sicarios (2000)



“La virgen de los sicarios” es un violento drama que en ocasiones se vuelve un poco monótono y absurdo pero, de todos modos, no hay duda de que estamos ante una película que puede resultar bastante entretenida y que trata un tema bastante preocupante como es la violencia que se desata en las calles de Medellín (Colombia) durante el auge del cartel colombiano.La película se centra en los jóvenes habitantes de la ciudad y describe sus vidas y peligrosas andanzas dándole un ligero toque de humor negro cuya “gracia” es más que discutible (y eso sin contar con algunas escenas un tanto inadecuadas).Por otra parte, el protagonista, Fernando Vallejo (Germán Jaramillo) nos acompañará durante el transcurso de toda la historia a la vez que nos entretiene con su peculiar forma de ver y entender la vida que, dicho sea de paso, en ocasiones nos puede llegar a hartar con sus intrascendentes comentarios y críticas sobre todo lo que le rodea.En cuanto al resto del reparto, en general, es altamente desconocido y sus actuaciones en algunas ocasiones las noté poco naturales por lo que dejan bastante que desear en ese aspecto.Finalmente, “La virgen de los sicarios” es una cinta que resulta bastante interesante y entretenida a ratos, algunos se quedarán con las ganas de ver algo mucho más profundo y sugestivo.

4 estrellas

El proyecto de la bruja de blair (1999)


Blair witch project no es un relato sobre brujas y demonios, ni tampoco sobre psicokillers al uso. Ante todo, es la historia de una sugestión alimentada recíprocamente entre los tres jóvenes protagonistas. El terror humano en relación con lo sobrenatural o lo extraordinario, el real y el que todos podemos sentir en un algún momento de nuestras vidas, siempre es fruto de una sugestión inducida por estímulos externos. En este caso, introducen una serie de signos folclóricos (amontonamientos de piedras en círculo, simbología pagana, etc) que alimentan la paranoia de los protagonistas. El gran mérito de la película es su capacidad de hacer que el espectador sea partícipe de esa paranoia, siempre y cuando dicho espectador sea capaz de entrar en la dinámica psicológica de la narración.En su ejercicio “realista” , los cineastas eligieron el argumento perfecto para abrir el paso hacia la sugestión. Perderse en un bosque (siendo ésta, por otra parte, una idea arquetípica de enorme efectividad), sin un sendero que guíe los pasos seguros, es la mar de fácil, aun disponiendo de un mapa, ya que el paisaje homogéneo y los horizontes se extienden al arbitrio del espacio abierto, sin que el caminante tenga un punto de referencia claro. La historia de terror empieza cuando los tres protagonistas toman conciencia de que se han perdido. El horror no procede de los inquietantes signos que aparecen en el bosque, sino de el hecho de la desorientación. Todo el desarrollo posterior es la representación de un estado psicológico reforzado con signos externos de significado indefinido; montoncitos de piedras que aparecen, con el nuevo día, alrededor de la tienda de campaña (un hecho habitual en las culturas rurales y en zonas de alta montaña. ¿Seguro que no estaban allí cuando acamparon? ¿Atención y percepción selectiva?), sonidos en la noche que entran dentro de lo común, las lonas de la tienda de campaña movidas por una esporádica ráfaga de viento (?) mientras parece que se oyen voces y risas de niños ( el volumen utilizado para esa secuencia sonora es tan bajo que queda en el límite de lo que pudo ser real o una simple alucinación auditiva. Sepa el lector, de paso, que una ventisca en el bosque puede confundirse fácilmente con voces de niños o gritos de mujeres. Es un hecho bastante conocido).El punto crítico, en este sentido, es la desaparición de uno de los protagonistas, quien en situaciones previas había mostrado indicios de incipiente locura, y la posterior aparición junto a la tienda de unos ojos y sangre en el interior de un haz de leña. Muchos espectadores relacionaron las vísceras con el personaje desaparecido, pero no hay nada en el relato que nos lleve a esa conclusión, más allá de la hipótesis sugerida.Joshua pudo haberse perdido en las profundidades del bosque, de ahí los gritos que sus dos compañeros oyen durante la noche. En definitiva, aunque la película muestra indicios de que alguna inteligencia esta jugando con los tres muchachos, no hay nada verificable fuera de la atmósfera psicológica que alude a un terror humano, sutil, en la tenue línea que separa lo aparente de lo real. Por eso, la creación de Sánchez y Myrick se ubica en una expresión cinematográfica que trasciende el simple efectismo para narrar una historia sencilla (de cómo tres muchachos se pierden en un bosque, y el terror psicológico originado) desde la que emana un enigma abierto a varias lecturas: ¿hechicería? ¿juego de niños? ¿un cúmulo de casualidades desafortunadas?.Tan desafortunadas que la conclusión parece insinuar la muerte de los personajes. Vemos a las grabadoras precipitarse en el suelo. Lo que no sabemos es la causa: por agresión, accidente o ansiedad ante lo que están contemplando, ustedes verán. La última imagen es el mejor ejemplo del estilo ambiguo utilizado; un personaje, de espaldas frente a la pared, inmovilizado e insensible a los gritos de la aterrorizada protagonista, la cámara se precipita al suelo...y algunos espectadores dicen ver un brazo peludo instantes antes del cierre.La realidad no suele ser tan estructurada como en la sucesión de acontecimientos y motivos tan eficazmente desarrollados en este film, de ahí la inconsistencia que hemos señalado al principio, pero que al menos establece una cadena de causas y efectos para una narración solvente en la que los contenidos y la exposición mediante permanente cámara subjetiva son partes complementarias. La película empieza con una exposición - a modo de documental - sobre las leyendas rurales en torno a brujas y espectros. Esto, visto a través del ojo de la cámara que, en este caso, es la mente y los ojos de los tres muchachos, determina y explica la sugestión fraguada desde el posterior sentimiento de desamparo. La chica, Heather, sostiene la principal carga dramática, y es conmovedora - como muchos espectadores atestiguaron, incluso los más reacios - la secuencia en la que reitera la idea de culpa y pide perdón. El sentimiento de culpa es un tema relevante en el relato, y la forma en que los tres pretenden responsabilizar al prójimo sigue un patrón progresivo muy acorde con el trazo real de las relaciones humanas.En función del estilo, asusta más aquello que no se ve o no se comprende, que los fenómenos representados al detalle y el uso de arquetipos. En un trabajo artístico, es más meritorio el tipo de terror utilizado en Blair witch project que el estridente, banal, explícito y previsible reality show que en estos días vemos en REC. Es difícil exponer de manera coherente una situación de sugestión con posibles indicios de realidad. Coger cámara en mano, meter a un grupo de personas en el interior de un edificio y venga ya todos a pegar gritos a la carrera - escalera arriba, escalera abajo - por huir de los archiconocidos zombis, es tan fácil como poco imaginativo. Recordemos, además, el Demoni 2 de Lamberto Bava. En Blair witch project el artificio es inherente a la temática desarrollada, ya que la única forma de representar los estímulos del miedo (el tipo específico de estímulos) es situar al espectador en la mirada desorientada de los protagonistas. REC solo es artificio innecesario al servicio del efectismo propuesto.
5 estrellas

miércoles, 25 de febrero de 2009

Bichunmoo (2002)



Ambientada en la China del siglo XIV, Bichunmoo, es una historia de un amor imposible, al más puro estilo Romeo y Julieta. Una historia fantástica que mezcla drama con momentos de acción trepidante y una coreografía que intenta seguir los pasos de la espectacular Tigre y Dragon de Ang Lee. La duración del film es quizás algo excesiva, donde la trama da muchas vueltas de rosca a la historia de amor de los protagonistas, el cual parece no podrán disfrutar nunca. Amenizada con algunas batallas y luchas espectaculares, pero sin llegar a sorprender a los adictos a las películas de artes marciales, ya que a parte de algunas coreografías excelentes, las demás dejan mucho que desear. Basada en un cómic de gran éxito en Corea, Bichunmoo, fue una de las cintas más caras del cine coreano en su año de producción, despertando gran interés entre la crítica de aquel país. El momento: El comienzo del film, con una sorprendente batalla, en la que podemos ver, guerreros ninja con extraños atuendos saltando y caminado por encima del agua, así como un secreto arte de lucha que solo los más aventajados pueden aprender. El decorado y la ambientación del la China del siglo XIV, también son dignos de mención.

3 estrellas

martes, 24 de febrero de 2009

Magnolia (1999)




El relato azaroso de varias historias aparentemente inconexas pero hilvanadas sutilmente con un poderoso ritmo narrativo, y una temática conmovedora.A medida que avanza el metraje nos damos cuenta de que sí hay mucho en común en cada uno de los relatos paralelos narrados.Una sorprendente película ésta, llena de intensos y emotivos momentos que desde su estreno ya han engrosado la lista de maravillosas películas que en el cine actual de vez en cuando se dejan visionar.Con unas interpretaciones poderosísimas, empezando por un moribundo Jason Robards interpretando el papel de Big Earl Partridge, pasando por la espléndida y portentosa Julianne Moore haciendo de segunda esposa de Earl, Tom Cruise haciendo el papel de Frank Maggey, John C. Reilly como el policia Jim Kurring, el recientemente oscarizado Phillip Seymour Hoffman haciendo de Phil Parma y sobre todos ellos un espléndido y arrebatador William H. Macey interpretando el papel de Donnie Smith...Todo en esta película rezuma buen cine de ahora, de siempre e incluso del pasado...Una espectacular lluvia de ranas anticipa el clímax final. Es el momento de la revelación, el arrepentimiento y ...el perdón. "...ese pasado con el que quizá nosotros hallamos terminado, pero que aún no ha terminado con nosotros...".La gente no se cree esas historias sobre casualidades, como la del tipo que se tira por una ventana y muere por un disparo fortuito de su madre en la caída, la historia del buzo encontrado muerto en la copa de un árbol en mitad de un bosque incendiado, o la lluvia de ranas...Pero éstas cosas pasan, y esta película se encarga de demostrárnoslas. E S P L É N D I D A.

5 estrellas

El hombre sin pasado (2002)



Ciertamente cada hombre es dueño de un nom-bre y de un pasado, pero en este caso es como si Carl Th. Dreyer –o el francés Bresson– hubiese vuelto a la vida para ofrecernos una obra maestra, muy enraizada en los momentos actuales y válida también para cualquier tiempo y espacio. Un esti-lo minucioso que busca la esencia del len-guaje cinematográfico sirve para acercarse a una temática trascendente que aborda los problemas del individuo concreto, a la vez que lleva a cabo una refi-nada pero incisiva crítica a un capitalismo generador de marginados o a un sistema donde lo único importante es tener un nombre y una cuen-ta corriente. Una legislación si fondo ni moral que se queda en formulaciones vacías de sentido, una justicia laboral que impide precisamente la justicia con los trabajadores, una avaricia que invade incluso el mundo de los pobres, o una política de inmigración son también objeto de sus dardos, lanzados al más pu-ro estilo de los hermanos Marx, por eso lleno de mordacidad y eficacia.
Un hombre que viaja en tren a Helsinki es asaltado y golpeado brutalmente por unos delincuentes, hasta quedar moribundo y –a la postre– sin memoria. Una nueva vida, sin nombre ni recuerdos, da comienzo en medio de los más marginados de la sociedad, sólo con la ayuda de algún amigo y del movimiento del ejército de liberación: un incipiente amor, ligeras recuperaciones de memo-ria y un curioso robo en que se ve involucrado terminarán por devolverle a un mundo al que pertenecía, pero que deja mucho que desear.

La huella de Dreyer se revela desde los primeros planos, y asistimos a una repetición de la resu-rrección de "Ordet" –incluso con el mismo plano frontal lateral, en torno a la camilla–, en este caso en el hospital donde el hombre sin identidad es dado por muerto. Con fuerte sentido metafóri-co, Kaurismäki nos habla de la necesidad de volver a nacer, de despertar a una nueva vi-da desde la muerte para llegar al corazón humano; es ahí donde se inserta una preciosa historia de amor, el pri-mero para ambos protagonistas dado que él es un hombre nuevo, y que viene a servir de contrapropuesta a quienes piensan que el bienestar del capitalismo conlleva esa felicidad y ese amor. Pero esa resurrección precisa una muerte, un morir a una vida que ha conducido al protagonista a la desesperanza, razón por la cual al final de la película –con un nuevo caso de violencia que sufre otro individuo– un pobre dirá que "llamaremos a una ambulancia, pero aún esperare-mos un poco", lo suficiente como para que pueda morir y así renacer.
Aunque la caridad cristiana que el director finlandés conoce es tratada con respeto y simpatía, también a ésta le pide un poco más de humanidad y de comprensión de las realidades humanas: el ejército de salvación debería am-pliar su repertorio de canciones para poder llegar a más y no quedarse única-mente en una fe fría o en una solidaridad, y no apoyarse únicamente en la mi-sericordia divina. La visión de Kaurismäki tiene un deje pesimista, con el suici-dio como única solución personal a determinadas situaciones en la vida, aun-que hay que agradecerle que en su discurso deje un resquicio de esperanza al presentar al amor y la amistad como única rendija por la que puede entrar un hálito de vida.

Desde el punto de vista estético, también nos encontramos ante una obra maestra, con una depurada economía narrativa que echa ma-no de fundidos en negro e inteligentes elip-sis, a la vez que cada plano se nos presenta con una rigurosa y estudiada composición, o los diálogos se reducen a lo imprescindible para trasmitir una idea, sin distraer al espec-tador con lo accesorio. La interpretación es an-tológica, con Markku Peltola o Kati Outinen –premio a la mejor interpretación femenina en Cannes– que rayan lo sublime en un trabajo lleno de sobriedad gestual o al moverse por unos espacios que la cámara sabe recoger de manera magistral. Abundantes metáforas y un hiperrealismo fotográfico –sobrecogedo-ras las escenas de máxima pobreza en que se reparte una patata o se recurre a un sobre de té ya usado– acompañan a una música que aporta un lirismo so-terrado que sirve de contrapunto a esta dura situación. Una magnífica película.

5 estrellas

Memento (2000)



Películas con líneas argumentales aparentemente dispersas que al final convergen no han sido nunca santo de mi devoción cinéfila: en ocasiones, el director acaba entregándose con mayores bríos a la pirotecnica formal que al refinado y coherente hilo natural de las cosas.Pulp fiction obró el milagro de mi reconciliación con ese cine de divergencias, de miradas que se cruzan y de destinos revocados que acaban afiliados a la misma estructura narrativa.Christopher Nolan hace en Memento un recomendable ejercicio de rebobinado para que sepamos, al final de la película, qué pasó al principio. Lejos de que este recurso excesivo, probablemente innecesario, lastre el resultado final del film, aquí lo catapulta a niveles de hondura dramática absolutos de modo que no se concibe Memento sin que todo esté así tan en atropellado.Esta abolición de la línea temporal se asienta sobre la propia naturaleza del personaje protagonista: Leonard Shelby ( un entregado Guy Pierce ) padece una enfermedad que le imposibilita para recordar los hechos más recientes. Esta realidad fracturada en la mente de Leonard es la realidad fracturada del film: su obsesión por desmontar el plano cronológico y fatigar al espectador ( bendita fatiga ) con un puzzle de estética cartesiana más cerca de la literatura de Cortázar que de la escritura del Hollywood más utilitarista.Acudir al tópico del deslavazamiento narrativo, insistir en exceso en su amnesia como motor de investigación criminal, es restarle aciertos, minusvalorar un muy trabajado ejercicio de composición que deja los obvios campos abiertos, las dudas necesarias para que ninguna evidencia sea tajante y todo se avenga al frágil territorio de la especulación: no sabemos a ciencia cierta si el asesino ( John G.) muere cada vez que Leonard da con un John G., aunque mejor no revelar más de la trama, que es lo suficientemente esquinada, inteligente y perversa como para atrapar nuestra atención ( y luego nuestra rendición sin condiciones ) durante estas dos más que recomendables horas de cine.Film híbrido entre el videoclip ochentero y el cine negro de escuela, Memento es la crónica de un desajuste moral, la historia de una venganza ( la mujer de Leonard es asesinada y violada ). Se rodó en un mes escaso y a pesar de recibir un excesivo número de malas críticas ( se remarcó el hecho de que el barullo argumental impedía adquirir un conocimiento nítido de por dónde iba la historia, lo que yo consideraba obstáculo para tomarme en serio el film, como escribí al inicio de esta reseña ), ganó la batalla del público y es a día de hoy, a tan escasos años de su estreno, película de culto por lo muy original de su planteamiento.Sólo es nuestro lo que perdimos, escribe Jorge Luís Borges magistralmente. Leonard posee el objeto físico de la fotografía, la escritura epidérmica que le vale de prontuario de acciones: la rutina como método de composición de la realidad. Y ese inventario de recursos deben, además, guiarle por la maraña de la investigación ( bizarra, poliédrica ) que conduce a revelarnos por qué razón tenemos al comienzo del film un hombre con la cabeza abierta y quién fue el asesino y violador de su esposa resultando que al final ( o es el principio ) advertimos que quizá ( y no estoy contando nada relevante ) todo resulte un barroco puzzle en el que el montador sabe de antemano que la pieza que falta no está en la mesa sino en su bolsillo.

5 estrellas

lunes, 23 de febrero de 2009

La última vida en el universo (2003)



Dirigida por el tailandés Pen-Ek Ratanaruang, con el apoyo de grandes de Asia, como Tadanobu Asano y el director de fotografía de Wong Kar-wai, Christopher Doyle. Kenji es un muchacho japonés que vive en Bangkok como bibliotecario, lo que le ha convertido en un obseso-compulsivo del orden y la pulcritud, completando su personalidad con excesivas tendencias suicidas. En uno de sus intentos por quitarse la vida, es interrumpido por su hermano quien forma parte de la mafia Yakuza japonesa. En paralelo, se nos muestra a Noi, una joven peleando con su hermana por el novio de una de ellas.

Cuando se junta el talento es casi imposible que una película pase desapercibida, y esta no hay por donde menospreciarla: Tadanobu Asano en una actuación siempre rozando con lo magistral, la fotografía de Christopher Doyle y la dosis cómica gracias a los cameos de Takashi Miike, todos bajo la batuta del director de esta pretenciosa orquesta, el tailandés Pen-Ek Ratanaruang.
Cuatro personalidades ya consolidadas en el cine asiático que nos regalan una cinta que habla de la incapacidad de comunicarse en un mundo distinto, de la frustración de sentirse indiferente, incomprendido y solitario, pero que a la vez afirma que siempre existe un alma gemela esperando hasta en el peor momento de tu vida.
Tadanobu Asano es un bibliotecario japonés que reside en Tailandia y que, a pesar de tener los ojos rasgados, es “extranjero” y, por la personalidad que transmite, lo es en cualquier lugar del mundo. Obsesivo con el orden, tristemente aburrido de sí mismo, sus pensamientos transcurren en la intención casi patética de querer arrancarse la vida a través de frustrados suicidios. Quizá un timbre, el despertador o su hermano Yakuza tocando a su puerta, son los frenos que limitan sus impulsos autohomicidas.
Pero es el destino quien le impide suicidarse, a fin que llegue a conocer a una joven tailandesa, totalmente opuesta a él, desordenada y consumidora de marihuana que tiene como única meta viajar a Osaka en Japón, cansada de seguir siendo “extranjera” en el país en el que vive.

El motivo que los une, además del azar, es el compartir la ausencia de personas cercanas a ellos. Él pierde a su hermano en una vendetta entre Yakuzas en su propio apartamento y ella, en un accidente automovilístico, ve morir a su hermana al intentar parar el suicidio de nuestro protagonista.
El dolor, la ausencia de alguien cercano, los une a pesar de sus largas diferencias. Una simbiosis que Ratanaraung ha sabido concatenar a través de esa visión de mundos tan distintos, el de él, sumido en el orden casi acariciando la perfección, y el de ella, en completo caos en una casa que quiere olvidar para siempre, pero que al confluir juntos forman un universo nuevo que se nutre de sus silencios, de sus diferencias hasta lingüísticas, de sus ganas de escaparse de lo que los margina, encontrando si se le puede llamar amor, en esa necesidad de ambos de estar junto al otro, sin siquiera saber por qué.
Es que la relación que nace es extraña, bizarra y a su vez entrañable. Ella encuentra en él la forma perfecta de reconstruir su caos y el encuentra en ella la chispa de vida que necesitaba para no quitarse la suya. Todo narrado lentamente con incluso demasiada pausa, Ratanaraung quiere ser pulido en detalles, poner el humor en los momentos menos inesperados sin ser una comedia, y hacernos enternecer con un romance tan inverosímil pero a la vez mágico, tanto, que aparece un Miike, en el papel de Yakuza vengador, que con unos cuantos diálogos se roba los minutos finales de la película.
La última vida en el universo no me parece una película fácil de entender ni de seguir. Su química consiste en llenarnos de interpretaciones y significados que van de la mano con las diferencias de los protagonistas, pero que, en el fondo, tan solo nos cuenta una historia de amor más que diferente y que para muchos puede parecer demasiado surrealista, e incluso hasta demasiado pausada, pero que en el esfuerzo de seguirla, uno se puede llevar más que una merecida recompensa.

5 estrellas

Cypher (2002)



Vincenzo Natali confirma con "Cypher" que no es director de un solo filme. Con esta ingeniosa historia factura una producción particularmente genuína, absorbente y en muchas ocasiones infravalorada, considerada simplemente un producto resultón. Rodada y escrita con suficiente cautela cómo para no convertir toda la trama en una mezcla borrosa e ininteligible, pero sin caer en la redundancia ni en la obviedad; creando una atmósfera aparente en todos los niveles para que en cada escena cualquier giro argumental sea posible. Es cierto, sin embargo, que tras un inicio más que prometedor el desarrollo de la película avanza descendentemente, aunque no tanto (ni mucho menos) como para estropear unas expectativas realistas. Se nota en "Cypher", en efecto, la huella de "Cube": esa atracción por la geometría, la conspiración y las dobles identidades es la base, también, del segundo largometraje de Natali. La principal diferencia es que en esta ocasión el canadiense se ha atrevido a no dejar cabos sueltos, con todo el riesgo que ello conlleva, así que dota a la película de un final distenso, liviano, todo lo contrario que en la odisea de los cubículos. Más comercial y correcto, sí. En cuanto a las interpretaciones, Northam realmente culmina su papel y abduce al espectador, mientras que Lucy Liu, pese a no convencer en todo momento, luce su original atractivo y no deja de aumentar el exotismo y el glamour del film. En general - y es de agradecer - "Cypher" no peca de pretenciosidad aunque algún elemento, más allá de la mitad del film, casi traspasa la inverosimiltud soportable. Absoluta y dignamente recomendable.

4 estrellas

Avalon (2001)



¿Una película "de arte" sobre un juego de realidad virtual? Por extraño que parezca a los amantes del cine artístico, o que pretende serlo, Avalon demuestra que no es necesario abordar temas trascendentes, como la sed de infinito o la inmortalidad del cangrejo, para hacer cine serio. Tal vez en manos de otro director esto resultaría risible, pero cuando el responsable es Mamoru Oshii, el creador de Ghost in the Shell (anime copiado por los hermanos Wachowski en Matrix) se puede esperar algo cuando menos interesante.
El argumento podría ser el de cualquier cinta de acción hollywoodense. En un futuro cercano, donde el pasatiempo favorito de muchos es Avalon, un juego ilegal de guerra virtual, Ash (Malgorzata Foremniak) es una de las mejores. Como ex-integrante del legendario equipo Wizard ya tenía fama de ser una jugadora excepcional, ahora que pelea sola la admiración de los otros practicantes del juego no ha hecho sino aumentar. Sin embargo, existe un problema. En sus más reciente incursiones en el juego Ash ha notado la presencia de un misterioso guerrero que la sigue y que parece retarla, empleando tácticas aún más arriesgadas que las de la mujer.
Tras un encuentro casual con Stunner (Bartek Swiderski), otro antiguo integrante de Wizard, éste le indica que ese guerrero es la clave para acceder al misterioso nivel Clase A Especial, que para muchos es un simple rumor pero que otros creen que es el verdadero objetivo de Avalon. Buscar la clave para entrar a la Clase A Especial conlleva serios peligros. Además de colocar al que lo busca en la nada envidiable posición de ser perseguido por otros equipos ansiosos de encontrar la clave, existe el riesgo de que al buscar este nivel secreto del juego el regreso sea imposible. Hay un grupo considerable de ex-jugadores llamados Unreturned, que fueron incapaces de salir de Avalon y ahora vegetan en hospitales. Mientras combate dentro del juego, Ash se pregunta por los motivos de Stunner para hablarle de la Clase A Especial hasta encontrar la respuesta al enigma del Fantasma y las Nueve Hermanas de Avalon.

Este argumento, que podría ser tan convencional como el de la última superproducción con Arnold Schwarzenegger, le sirve a Mamoru Oshii para contar algo tan alejado del cine de acción que los que esperen emociones fuertes pueden salir decepcionados. Avalon tiene un ritmo lento, donde lo más importante es la forma en que Ash percibe su entorno, que sólo es interrumpido ocasionalmente por secuencias de combate. A pesar de esto, quienes están en mejores condiciones de entender y apreciar lo que Mamoru Oshii intentó en Avalon son precisamente los que gustan de los juegos de video. Para los que no somos tan afectos a pasar horas frente a una consola, esta cinta tiene otros atractivos.
El principal es el aspecto visual de la película. Oshii filmó en Polonia, sacando provecho de la arquitectura europea y de la disposición del ejército polaco para proporcionar soldados, tanques y helicópteros, y a continuación aplicó los más recientes avances de la tecnología CGI para dividir lo que vemos en pantalla en diferentes niveles de realidad. El mundo que Ash habita es tan gris y monótono que es enteramente comprensible que ella busque evadirse en la violenta realidad de Avalon, donde la muerte puede llegar en cualquier momento pero que al menos resulta emocionante. Oshii acentúa la soledad de Ash ubicando al personaje en calles desoladas, donde los habitantes ajenos al juego aparecen como meras sombras. Ash no intenta entrar en contacto con nadie que no sea uno de sus antiguos compañeros y su única oportunidad de mostrar afecto está en el perro con el que comparte su departamento.

La decisión de filmar en Polonia obviamente obedeció a razones presupuestarias. Filmar las batallas en otro país hubiera elevado los costos, pero esta circunstancia mejora la sensación de irrealidad debido a que los actores polacos hablan en su idioma, no en inglés o en japonés para facilitar la exhibición de la cinta. Esto hace que los diálogos reafirmen la otredad de la escenografía y las situaciones, al ser dichos en un idioma que resulta extraño para la gran mayoría de los espectadores.
Avalon no es una cinta que va a satisfacer a todos. A muchos seguramente les molestará que los motivos de los personajes nunca queden claros. A otros les parecerá que el final es anticlimático, aunque hay que aplaudirle al guionista Kazunori Ito la hacer que la historia termine durante un recital en el que intervienen una soprano y una orquesta. Así como hay que darle las gracias a Kenji Kawai por la banda sonora, que también incluye información importante sobre Avalon.
A medida que la popularidad de juegos como Everquest se incrementa y la tecnología nos sigue sorprendiendo, la pesimista visión de Mamoru Oshii nos sirve como advertencia pero también resulta tentadora. Si el futuro que nos espera es una distopía deshumanizada podemos consolarnos pensando que será un festín para los sentidos.

4 estrellas

El amanecer de los muertos (Dawn of the dead) (2004)



Terror. Zombies. Remake / SINOPSIS: Remake del clásico de horror de George A. Romero. Una inexplicable plaga ha diezmado la población del planeta, convirtiendo a los muertos en horribles zombies que continuamente buscan carne y sangre humana para permanecer como seres vivientes no-muertos. En Wisconsin, un variopinto grupo de humanos supervivientes (entre los que se encuentran una enfermera, un policia y otros supervivientes que tratan de salvar sus vidas) se refugian en un centro comercial, donde deben aprender no sólo a protegerse de las horas de zombies sino también a coexistir como el último reducto de la humanidad.

Pocas veces ha habido en la historia del cine de terror un inicio tan brutal y violento como en esta película. Un arranque visualmente impactante donde se explicita la facilidad con que el mundo que conocemos puede derrumbarse en solo una noche. Mediante un simple contraste entre un apacible anochecer en un barrio residencial y un despertar apocalíptico se nos muestro como nuestro mundo se ha convertido en el infierno en la tierra.Posteriormente se toma la senda de thriller de acción mezclado con horror, en la liniea de videojuegos survival horror. Eso quizás le resta algo de impacto, pero de no seriedad, ya que los personajes siguen siendo tratados con rigor, mostrando definición y profundidad psicológica.Zack Snyder demuestra saber lo que está haciendo, sabe que esto es un remake, pero huye pretendidamente de darle el tono de crítica social que tenía el original de Romero. De acuerdo que la metáfora sobre la alienación del individuo en la sociedad de consumo estava bien, pero estos son otros tiempos y el público quiere algo diferente. El espectador potencial de esta clase de films (o almenos mayoritariamente) no busca ver una de zombis de Ken Loach; lo que busca es justo lo que ofrece "Amanecer de los muertos", es decir, convertir en realidad el sueño humedo de los fans del subgénero zombi., ver la traslación de lo que nos gustaría protagonizar si se produjera un evento de este tipo.

Región: NTS
Formato: ISO
Lenguajes: Inglés, Español Latino
Subtítulos: Inglés, Español, Portugués
Pass: OsKaRn
5 estrellas

Whisky (2004)



Agridulce historia sudamericana con reminiscencias de Aki Kaurismaki, en la que no se sabe qué es mejor, si reír o llorar. Una mujer trabaja en un modesto taller que fabrica medias y calcentines. El dueño es un tipo taciturno, de pocas palabras, egoísta. Todos los días se repite la misma rutina: ella espera a que él llegue, abre la persiana de cierre, encienden luces, ponen en marcha las máquinas... La inminente llegada del hermano de él para colocar la lápida funeraria en la tumba de la madre, muerta hace un año, exige, curioso modo de cubrir apariencias, una inesperada pantomima: él le pide a ella que simule ser su esposa el tiempo en que esté el hermano, para que parezca que lleva una vida lograda.

A partir de la trama descrita, se repiten las situaciones de humor absurdo, pequeños gags tragicómicos. La película, perfecta en su sencillez, retrata bien los tipos humanos, las miserias y grandezas, del alma humana. Aunque hay humor en la narración, domina la tristeza (el hermano ausente cuando la madre enfermó, los reproches no pronunciados, el dinero que no puede ser aceptado, el jefe desconsiderado que apaga las luces sin pensar en los demás, incluso la joven pareja de luna de miel, de la que ya se escucha una primera discusión.). Y es una excelente muestra de cómo con poco dinero y buenas ideas se pueden hacer grandes cosas.
Historia de un título
En el film no tiene un expecial protagonismo esa bebida alcohólica que a muchos chifla llamada whisky. ¿Por qué entonces ese título? Pues alude, nada más ni nada menos que a la palabra que los protagonistas pronuncian cuando se hacen fotos, para aparecer sonrientes (igual que en otros sitios dicen pa-ta-ta, o chis (cheese)). De modo que se convierte en poderosa metáfora que recuerda el riesgo de la alegría fingida.

Pi: El orden del caos (1998)



Hace ya mucho que el cine independiente made in USA abandonó su espíritu emprendedor para seguir senderos más lucrativos. Las antaño pequeñas productoras decoran en la actualidad las vitrinas de las majors de siempre y en el patio de butacas del Festival de Sundance los ejecutivos pegados a sus teléfonos móviles y sus chequeras son hoy mayoría. Para encontrar nuevas ideas, para volver a sentir el riesgo puesto en ideas tan brillantes como suicidas o para toparse con el talento hay que mirar más abajo. El heredero de la antigua lucidez es un nuevo cine casi en el limite del underground. Son las películas producidas a base de sablazos y limosnas, montadas en los ratos libres con una moviola alquilada e interpretadas por amiguetes y familiares las que recogen el relevo de este cine sin inhibiciones, tan deudor de los productos clásicos como regenerador de los trabajos más contagiados por la fiebre de la taquilla. Dos ejemplos han llegado hasta nosotros en poco tiempo, primero fue la magnífica "El proyecto de la bruja de Blair" y ahora es "Pi" de Darren Aronofsky.
"Pi" es elogiable por muchos motivos y el primero de ellos es reconocer la temeridad de su creador a la hora de poner en imágenes un tema, a priori, tan árido como puedan ser las relaciones de un matemático desequilibrado con el medio que le rodea y su progresiva e irremediable obsesión con la teoría de los números. Aronofsky encuentra el contrapunto a lo arriesgado de la trama empleando el medio más cercano al espectador: dando a su obra aspecto de thriller de ciencia ficción (con lo que compone una excelente pareja con "Cube", otra gran película de mínimo presupuesto)
Así, combinado esquemas narrativos que podríamos calificar de clásicos con secuencias alucinatorias cercanas a la introspección onírica , el resultado es una película cautivadora, cargada de simbolismos y plena de lecturas. El protagonista de "Pi" vive entre dos universos y no se decide por ninguno pues aspira a la contemplación de la verdad en forma de cifras. La Matemática es para él su mundo y desdeña tanto la visión terrenal (su vecindario, los ávidos corredores de bolsa) como la espiritual del asunto (los cabalistas).
"Pi" es una película plagada de imágenes evocadoras y que logra reflejar de forma magistral una existencia enfermiza, obsesiva y autodestructiva plasmada en un contundente blanco y negro y acompañada de una banda sonora que, combinada con las imágenes, funciona como un fármaco sónico. Es cierto que algunos episodios son tratados de forma algo esperpéntica y que no todo el público entra en el juego que propone su director. A algunos "Pi" les parecerá un ejercicio de simpática pedantería, pero por lo que a mí respecta supone profundizar en la búsqueda de explicaciones alternativas a la realidad.
Darren Aronofsky, ayudado por la interpretación de Sean Gullete, consigue aquí un retrato cercano a la representación de la violencia psíquica y que plantea la no por sabida menos interesante teoría de la perdida de conocimiento, la estulticia casi, como método para alcanzar si bien no la perfección sí la felicidad. Por cierto: 3,1415926535... un número tan infinito e irracional como la imaginación del hombre.

4 estrellas

Temporada de Patos (2004)


Tras conseguir una gran acogida a nivel mundial de la crítica y el público, llega a mis manos Temporada de patos, la ópera prima del director mejicano Fernando Eimbcke. Con tono irónico y juvenil, este drama pícaro y sugerente, nos transporta a una tarde en Méjico, donde dos amigos se encuentran preparando un domingo perfecto, con videojuegos, pizzas y pornografía. Pero el día toma un rumbo inesperado cuando se corta la luz, y se quedan sin videojuegos y sin televisión. Aburridos y solitarios comienzan a dejar vagar sus pensamientos, como no lo podían hacer con la televisión encendida, mientras que aparecen una vecina dispuesta a cocinar en el horno del departamento mientras les hace compañía... o mas bien ellos a ella, y el repartidos de pizzas. Aunque el nombre del filme suene bastante extraño, mucho tiene que ver. Se basa en un cuadro que cumple una importante función en esta película. En un comienzo el filme nos da la idea de que nada relevante va a suceder, y precisamente así es, pero debido a su sencillez argumental es que la película funciona. La película se centra en la cotidianidad y la actitud fresca y rebelde de los jóvenes, y por ello consigue llegar a un público hambriento de diversión. El humor nace a partir de la propia espontaneidad de los personajes, aunque no de los actores. Las actuaciones son por momentos bastante exageradas, lo que hace que esa espontaneidad original se pierda. Salvo algunas escenas simpáticas, el filme no deja de ser una continua secuencia basada en la sitcom americana. A pesar de ello, el filme resulta interesante, principalmente por su estilo de rodaje en blanco y negro. Este factor sirve para demostrar que el blanco y negro no esta pasado de moda y aunque muchos directores crean que propicia al rechazo del público, Temporada de patos demuestra que no existe diferencia en el éxito, como ya lo demostrara Spielberg con La Lista de Schindler. El filme es una muestra de que no solo las comedias americanas pueden llegar a entretener a los jóvenes de hoy, también existe un cine interesante con el mismo propósito, que esta vez nos llega desde Latinoamérica.
3 estrellas

Primavera, verano, otoño, invierno...y otra vez primavera (2003)


«Kim Ki-duk. Habrá que quedarse con el nombre de este bendito señor, porque es un genio. Creo que no voy a saber hablar de esta peli sin parecer que exagero y saco las cosas de quicio. Con "La isla" ya me había robado el corazón y, a pesar de las "desgarradoras" imágenes [...], me conmovió hasta el punto de "necesitar" verla una segunda vez en el cine. Me cauti-vó... El viernes, cuando vi que habían estrenado otra de sus pelis, me puse muy contenta. Yo no sé qué tiene el cine oriental que transmite tantas co-sas con tan poco. Yo no sé qué tiene Kim dentro de la cabeza que te transporta, te rapta, te atraviesa el alma con muchas imágenes, poca música y menos palabras. Y es que, a cualquiera con un mínimo de sensi-bilidad le va a golpear esta peli un poco más arriba del estómago y se le va a quedar ahí un buen rato. A Kim le gusta el agua y la usa de modo ex-cepcional (reflejos, brillos, etc...). A Kim le gusta el silencio y callando lo dice todo. A Kim le gustan los colores y el color sirve para explicar co-sas... Hay cosas bonitas, hay cosas preciosas, hay cosas bellas y hay cosas como esta peli. Y la historia es simple y sencilla: el aprendizaje de un hombre a lo largo de las diferentes estaciones y las diferentes etapas de su vida. Una historia que me pareció de lo más actual, muy cercana en su violencia a nuestra sociedad, desgraciadamente. Pero bañada de una sabiduría inalcanzable, admirable y perfecta. Es algo puro... muy puro. Tan puro como vosotros o yo. Yo aprendí algo viendo esta peli: no se puede huir de uno mismo. ¡Todo el mundo a verla!»

5 estrellas

Esto es Inglaterra (2006)


A grandes rasgos, narra el proceso de rápida madurez forzada de Shaun (el magnífico debutante Thomas Turgoose), un niño de 12 años de un pueblecito costero inglés, huérfano de padre fallecido en la guerra de Las Malvinas y que, intentando sentirse aceptado en su entorno, se une a un pequeño grupo de skinheads. Unos skinheads que aún no han perdido el motivo que dio origen a aquel movimiento, la rebelión frente a los poderes fácticos sociales y seguidores de un determinado tipo de mísica y estética. Shaun se siente por fin integrado y feliz a pesar de ser el más pequeño del grupo. Descubrirá la amistad e incluso vivirá su primer amor.Este idílico e incluso simpático inicio, girará bruscamente con el regreso de un antiguo miembro de la banda, recién salido de la cárcel y que llevará a la pandilla del protagonista su resentimiento, su intolerancia y su racismo.
Lo que empieza con un típico viaje hacia la madurez del niño, se convierte en un análisis nada convencional acerca de cómo los jóvenes pierden la inocencia y deben elegir un camino, por duro que este pueda ser o el tiempo que se necesite tomar para hacerlo. Sin descuidar un análisis del cambio social y de la actitud de las clases sociales más desfavorecidas de un país ante la llegada de emigrantes.
Una situación perfectamente comparable a la actualidad que vivimos en España en la actualidad.
Triunfadora entre el público más joven del último Festival Internacional de Cine de Gijón, This is England es una pequeña joya del cine que no debes perdértela.
4 estrellas

Soy leyenda (2007)



El argumento les sonará de “28 días después”: una científica modifica genéticamente el virus del sarampión, para que, una vez inyectado a un paciente enfermo de cáncer, éste desaparezca. Por supuesto, la historia acaba mal, ya que el virus muta y, al transmitirse por el aire, mata al 90% de la población humana. Del 10% restante, sólo un 1% es inmune a la infección, lo cual significa 540 millones de personas infectadas, y bastante agresivas, tratando de comerse a los pocos que quedan sanos. Lo único que les frena es la luz solar, la cual les quema la piel si se exponen a ella. Will Smith es el único inmune que queda en Nueva York, además de ser un científico militar que cree poder conseguir la cura.

La cinta se divide en dos partes: en la primera nos muestran la vida de Smith sólo en Nueva York, su rutina y sus precauciones para no caer en las manos de “los buscadores de sombras”, incluso nos muestran su incipiente locura ante la soledad total que lleva sufriendo durante cuatro años. En en la segunda, se desarrolla una pequeña trama dónde incluyen la voluntad divina para conseguir la salvación de la humanidad.
Lo que más me ha gustado es el silencio. Toda la película, sobre todo la primera parte, está ausente de ruido y música. Lo que consiguen es que sientas la soledad del protagonista, el vacío que debe sentir en una de las ciudades más grandes del mundo, estando solo. Durante la segunda parte, los enfrentamientos con los infectados añaden volumen, pero sólo en el momento del ataque, lo cual desemboca en más de un susto que hace saltar del asiento.

Smith es, sin duda, lo mejor de la cinta. Está inmenso en su intento de conservar la cordura ante la durísima situación que está viviendo, tratando, a su vez, de encontrar una vacuna para el virus. La relación que tiene con su perra Sam, consigue encoger el corazón de quién tiene un animal y le quiere como a alguien de su familia. Muy tierno y muy emocionante.

4 estrellas

Entre copas (sideways) (2004)



Ésta es una de esas pequeñas joyas que a uno le pillan desprevenido y que por ello le acaba cogiendo más cariño. No esperaba mucho de ella (la etiqueta de "independiente" me parece tan comercial como cualquier otra) pero desde el primer momento se reconoce el magnetismo de una historia real, tan pequeña y a la vez tan grande como la vida de cualquier hijo de vecino.La película gira en torno a un guión fino y lúcido. La música acompaña agradablemente y quita "hierro" y trascendencia a la trama, recordándonos que no es una historia en la que se decide el destino del mundo, sino un fragmento en la vida de dos viejos amigos, diferentes pero entrañables cada uno a su manera.El único pero es que ciertos diálogos se estiran demasiado cuando la escena ya ha transmitido todo lo que necesitaba transmitir. Sin embargo esto no hace a la película aburrida, ya que siempre quedan ganas de conocer más a los dos entrañables personajes principales, a los que acabamos comprendiendo y con los que se establece una cierta complicidad durante el desarrollo de la trama.Una película para disfrutar con tranquilidad, siempre es un placer conocer gente como Jack y Miles... os aseguro que "da para toneladas de diversión, es del tipo agradecida".

5 estrellas

La dama del agua (2006)



LA DAMA EN EL AGUA es un maravilloso cuento de hadas que cuando termina te deja la sensación de haber estado en un sueño y no un cine. En lo personal, no tenía esa experiencia desde Despertando a la vida de Richard Linklater y no me puedo olvidar del film de David Linch, El camino a los sueños. Estos tres títulos no tienen nada que ver entre sí pero la sensación que me dejaron como espectador fue la misma. "No sé que diablos fue esto, pero me encantó" La trama es muy bizarra y dudo que los que ya no se bancan a Shyamalan piensen ver esta. Gran error. No esperen un thriller sobrenatural porque no lo van a encontrar. Esto es una historia de fantasía sobre la fe.

4 estrellas

Los cortometrajes de David Lynch "The short films of David Lynch" (2002)


El genial David Lynch cumple años hoy. Sesenta y tres para ser exactos. Y a modo de personal homenaje, quería aproximarme a sus trabajos cinematográficos menos conocidos, algunos cortos que evidencian la esencia y fascinante visión del polifacético artista. Una aproximación a su universo particular, habitado por pesadillas viscerales que ya se dejaban intuir desde sus balbuceantes comienzos en el arte cinematográfico.
David Lynch llegó al cine como un modo de expandir sus pinturas y dibujos. Quería darles movimiento y generar así más impacto visual. Así, se topó con una primera y rudimentaria cámara para darle vida a sus creaciones, para posteriormente encontrar en el celuloide una forma de expresión más intensa, completa y que lo convertiría en el admirado y venerado cineasta de la actualidad.
Sus trabajos en el cortometraje son variados, desde sus comienzos toscos pero impactantes, en los que ya se aprecia el común denominador de sus historias, hasta trabajos de encargo en los que saca el máximo partido a sus obsesiones y fascinaciones. La importancia del sonido, del plano cuidado, de las imágenes subyugantes de sus trabajos en el largo como en ‘Cabeza borradora’, ‘Terciopelo azul’ o ‘Mullholand Drive’, ya se anticipan en sus inicios con algunos cortos que bien merecen experimentarse. Vamos a repasar algunos, como forma de aproximarnos al fascinante y peculiar universo lynchiano.

‘Six Men Getting Sick’ (1967)
Hoy se considera su primer cortometraje, pero en realidad es el montaje que ha perdurado de un trabajo artístico con el que ganó el certamen anual de la Academia de Arte de Pennsylvania donde estudió en su juventud. Vemos seis hombres enfermando, con una repetición cíclica de un mismo proceso, acompañado del sonido percutante de una sirena de fondo. Como digo, no se trata de un estricto cortometraje, pues no fue concebido como tal, pero tenemos la suerte de que se alzase con el premio y perdurase hasta hoy.
‘The Alphabet’ (1968)
Gracias al premio conseguido con el anterior trabajo, Lynch descubre el poder del cine y adquiere una rudimentaria (y estropeada) cámara con la que graba un cortometraje que ya va tomando más forma cinematográfica. Intercalando imágenes reales con sus ilustraciones, intenta mostrar la pesadilla del aprendizaje del alfabeto. Su mujer, por aquel entonces, fue la protagonista, y a pesar de su ruda realización, encuentra en el sonido un enorme apoyo a la fuerza de sus imágenes expresionistas con tintes surrealistas, que posteriormente seguiría explorando.
The Grandmother’ (1970)
Uno de mis favoritos y, sin duda, ya su primer trabajo más reseñable. Gracias a su incipiente pero llamativo inicio, Lynch alcanza una plaza en el American Film Institute que le otorga 5.000 dólares de adelanto para la realización de un trabajo. Previa entrega de un guión, que escribió sin la forma propia del mismo, sino un desarrollo en ocho páginas de su idea, pudo disponer de más medios para grabar la historia de un pobre niño, reprochado por sus padres, que quiere tener una abuela a la que querer y la consigue plantando una semilla que se encuentra. En sus 30 minutos ya se encuentran sus principales características de estilo. Notable trabajo en el sonido envolvente que otorga mayor fuerza, si cabe, a las imágenes.
The amputee’ (1973)
Durante una crisis sufrida en el largo proceso de rodaje, con interminables pausas por falta de presupuesto, de ‘Cabeza borradora’, Lynch logró el favor de poder grabar un breve corto en dos cintas de vídeo distintas, a modo de prueba para el AFI. Son dos tomas casi idénticas, con plano fijo en el que vemos a una mujer sentada en un sillón con las piernas amputadas y mientras escribe una carta, o una especie de diario, donde repasa sus sentimientos, un enfermero (el propio Lynch) aparece en el plano, de espaldas, y le cura las heridas torpemente. Tanto que de una de las amputaciones brotan fluidos. Breve pero impactante.
The Cowboy & The Frechman’ (1987)
Resulta una curiosa incursión de Lynch en la comedia. Fue un encargo para un programa de televisión que pretendía mostrar como algunos cineastas veían a los franceses. En principio rechazado pero tras una breve reflexión, el propio director quiso explotar dos clichés en uno y el resultado es una alocada y surrealista comedia, en la que unos cowboys se topan un francés al que no entienden. Se suceden situaciones rocambolescas, ambiguas y de lo más estrambóticas con números musicales incluidos. Muy curioso.
‘Premonitions following an evil deed’ (incluido en la película ‘Lumière et compagnie’, 1995)
Este cortometraje de 55 segundos de duración también fue un encargo que se realizó a varios directores con motivo del centenario del nacimiento del cine. Así, tenían la oportunidad (con algunas restricciones impuestas) de grabar con la cámara de los Lumiere, sin sonido y con la película tratada como hacía un siglo. El resultado es puro Lynch, pocos segundos para contar una historia de lo más inquietante.
Estos cortos se pueden encontrar reunidos en un DVD editado recientemente en nuestro país, aunque fueron recopilados y comentados por el propio Lynch en 2002. ‘The short films of David Lynch’ es una joya para los que quieran conocer más sobre el artista y recomendable en pantalla grande y sonido elevado, para disfrutar de la experiencia. Otros muy interesantes son:
‘Darkened room’ (2002)
Realizado en 2002, se trata del primer cortometraje que David Lynch ingenió para su página web (que desde entonces es el epicentro de gran parte de su creación), rodado completamente en vídeo digital. En el mismo vemos a una chica en una habitación oscura, primero es una oriental que habla sobre ella y luego, en un plano fijo, vemos entrar otra chica que habla desafiante a la misteriosa. Intriga marca de la casa.
Absurda’ (2007)
Otro cortometraje que no quería dejar escapar la ocasión de comentar es este breve pero interesante trabajo. Fue realizado en 2007, para presentarlo en el Festival de Cannes. En el mismo, vemos una escena con una sala de cine donde se representa una habitación donde hay una persona, unas tijeras a medio plano y escuchamos la voces de un chico y una chica que comentan sobre una bailarina. Misterio concentrado en sólo dos minutos.

Eraser Head (cabeza de borrador) (1977)



Como película, Eraserhead tiene todas las virtudes y defectos que serán evidentes en el resto de la obra de Lynch. Comienzo digerible, final críptico. Momentos de superposición de ideas que pasan a 2.000 km sobre la cabeza del espectador. Escenas de indudable magnetismo, con atmósferas brillantemente concebidas. Imaginería sexual concebida del modo más bizarro posible. Clima surrealista in crescendo hasta el límite de lo comprensible. Individuos con actitudes bizarras en atmósferas alienadas. Hay muchos elementos que uno puede distinguir como antecesores de otras obras del director. Todo el hall del edificio donde vive Henry parece el decorado del final de Twin Peaks; Henry flotando en el espacio y vomitando un espermatozoide recuerda a la imaginería del viaje (por doblamiento del espacio) de Duna. Las actitudes imprevistas y bizarras de los caracteres son una marca de fábrica de su estilo.

4 estrellas

La Niebla (The Mist) (2007)


Ambientada en un pequeño pueblo, tras una tormenta, los habitantes acuden al supermercado para abastecerse de provisiones y materiales con los que reparar los desperfectos causados por el temporal. Thomas Jane (The Punisher) es el protagonista de esta película, en la que nos encontramos algunos rostros conocidos como la oscarizada Marcia Gay Harden.
Pues bien, una vez en el supermercado, una misteriosa niebla cubre todo el pueblo, al tiempo que un vecino ensangrentado llega anunciando que hay algo extraño en ella y que es peligroso salir.
Como en todas las situaciones, éste punto de partida hará que empiecen a crearse los primeros conflictos, y más, cuando algunos de los protagonistas descubran que es realmente lo que se esconde en la niebla.
Una de las cosas más llamativas (y peligrosas) es el fanatismo religioso, encarnado y personificado en la figura de Marcia Gay Harden, que asustará y encandilará con sus sermones sobre el fin del mundo y las plagas de Jesucristo a muchos de los presentes.
Darabont nos muestra una historia irregular, que si bien es cierto, logra momentos de gran tensión a la par que nos ofrece otros con los que llegamos a aburrirnos.
Lo mismo ocurre con los efectos especiales, que en algunos casos están de maravilla y en otros cantan bastante.
El amor, la supervivencia, el fanatismo, la cobardía y la superación son algunos de los temas que están presentes en las más de dos horas de metraje con las que se presenta “La niebla de Stephen King”.
De la película se pueden sacar un par de temas: todos los fanatismos son malos y no hay que desfallecer, ya que siempre puede haber una salida.

4 estrellas



Collateral Soundtrack



01. Briefcase - Tom Rothrock
02. The Seed (2.0) [Extended Radio Edit] - The Roots Featuring Cody ChesnuTT
03. Hands Of Time - Groove Armada
04. Güero Canelo - Calexico
05. Rollin' Crumblin' - Tom Rothrock
06. Max Steals Briefcase
07. Destino De Abril - The Green Car Motel0
8. Shadow On The Sun - Audioslave
09. Island Limos
10. Spanish Key - Miles Davis
11. Air - Klazz Brothers & Cuba Percussion
12. Ready Steady Go [Remix] - Paul Oakenfold
13. Car Crash - Antonio Pinto
14. Vincent Hops Train
15. Finale
16. Requiem - Antonio Pinto

http://rapidshare.com/files/122954584/2004_Collateral_-_James_Newton_Howard.rar

Kairo (Pulse) (2001)



Si algún realizador se merece el calificativo de excéntrico hoy en día, ese es Kiyoshi Kurosawa. "Kairo", ciertamente, no es una película de "terror" convencional, ni tampoco otra producción que siga el esquema actual de la mayoría de films de terror orientales. Lo que se nos ofrece aquí es una densa dosis de escenas inusuales, de cierto surrealismo, originales, decadentes, sombrías, que progresivamente van acrecentando la contingencia, o despilfarro, del argumento. Una historia que parte de lo concreto hacia lo abierto, lo absoluto, lo ilimitado... Sin embargo, se aleja relativamente del estilo surrealista y a menudo racionalmente inconexo de las obras de Lynch, aunque cuanto más se intente encontrar una coherencia lógica al desarrollo de la historia, más compleja y confusa se nos hará. El ritmo de la narración es también extraño, debido a la mezcla de vacíos sin acción y ramalazos de suspense, ora previsibles, ora súbitos. Se puede considerar "Kairo", en definitiva, como un ejercicio, aunque espeso, curioso, originalmente llamativo (¿pretencioso? no lo sé, no me importa) y dignamente recomendable. Por supuesto, no es una película para evadirse o relajarse tras un duro día de trabajo, ni tampoco posee una historia que entusiasme, pero su visionado, personalmente, me ha fascinado, sensación que se me ha consolidado sobre todo un tiempo después de haberla visto y haber dejado de preguntarme "¿Qué es esto?".

4 estrellas